El termómetro ha superado los 35º, el colegio está a punto de acabar y las piscinas ya han abierto.

La sabiduría popular nos previene: “hasta el 40 de mayo no te quites el sayo” y nos enseña sin medias tintas: “El Gazpacho chorreao, ni fuerte, ni salao.” 

En Casa Emiliana somos entusiastas del refranero gastronómico: “Las Sopas y los amores, los primeros son los mejores”. Por eso, hemos decidido arrancar la temporada estival hablando de las dos sopas frías por antonomasia del verano.

Hay quien prefiere gazpacho y hay quien se inclina por el salmorejo.

¿Tú de quién eres?

Para que no te cueste elegir, hemos preparado una batalla de pucheros de barro.

Vamos a descubrir sus diferencias, su origen y alguna que otra curiosidad que seguro desconoces.

¿Tu mesa está preparada? ¡Que comience la degustación!

Tanto monta

A grandes rasgos el gazpacho es más líquido y el salmorejo más cremoso. 

El primero se puede beber y el segundo, al llevar pan, es una sopa con mayor consistencia que obliga a tomarlo con cuchara.

Las diferencias se aprecian a la hora de preparar la receta:

  1. Para el gazpacho necesitarás 1 kilo de tomates de pera maduros, un diente de ajo, media cebolla tierna, pepino, vinagre y aceite.
  2. Para el salmorejo: huevos, tomate, jamón, aceite y conviene tener pan duro del día anterior y remojarlo en agua fresca con unas gotas de vinagre (aunque hay quien no lo echa).
Gazpacho en Casa Emiliana

El gazpacho originario no llevaba tomate

El tomate es una planta solanácea que nace silvestre en la zona de que va desde Chile hasta México y se extiende por la costa pacífica de América.

En Europa hasta la conquista de América era una hortaliza desconocida y al principio no dejaba de ser una pieza casi ornamental.

Los aztecas lo llamaban xïctomatl, fruto con ombligo, y se pensaba que la mayoría de su composición era agua con poco aporte alimenticio.

Por eso no se incorporó a la gastronomia hasta el siglo XVI.

El tomate debe estar maduro para hacer gazpacho

Seguro que recuerdas la película “tomates verdes fritos” pero, no recomendamos comerlos verdes porque contienen un alcaloide tóxico muy ácido que puede producir dolores de cabeza.

El tomate al madurar elimina ese alcaloide y aumenta su dulzor.

El tomate maduro es el que debes elegir a la hora de hacer tu gazpacho, pero más adelante descubrirás que el gazpacho original no se hacía con tomate.

¡Alucinante! Luego lo veremos.

Permite ahora que te contemos cuáles son las propiedades y beneficios del tomate.

10 Beneficios del tomate

El tomate es versátil y tiene mucho peso en nuestra cocina mediterránea.

Su consumo es recomendado a nivel nutricional e incluso terapéutico porque el tomate es rico en licopenos.

Y además…

  1. Es un antioxidante con posibilidades terapéuticas antitumorales. 
  2. Tiene betacaroteno y vitamina A para la protección interna de la piel 
  3. Altas propiedades depurativas al ser diurético 
  4. Elevado contenido en potasio 
  5. Tiene un elemento muy importante que se está valorando ahora: el glutatión y tiene una potencia depurativa y antioxidante en nuestro organismo, pero, sobre todo, para eliminar metales pesados.
  6. Previene los resfriados veraniegos provocados por los aires acondicionados, las piscinas etc. 
  7. Tiene poco aporte calórico. 
  8. Tiene vitamina A, vitamina C, vitamina D, vitamina E y hierro. 
  9. Regulador del colesterol y la tensión arterial.
  10. Alto poder hidratante

El gazpacho es un plato muy completo que hidrata, que refresca, que no engorda, que nos aporta fibras, minerales, vitaminas y la grasa saludable del AOVE.

Gazpacho Casa Emiliana

Creatividad

La base fundamental del gazpacho es el tomate, pero puedes utilizar sandía, remolacha, fresas, melón u otras variantes.

Se calcula que existen más de 500 recetas de salmorejo y es uno de los platos estrella de Córdoba (Spain)

El auténtico salmorejo debe contar únicamente con cinco ingredientes: tomate, pan, aceite, sal y ajo. 

Según dicen, si se le añade algo más que el clásico acompañamiento de huevo duro y jamón ya no es salmorejo.

Parece que su origen es la mazamorra, un plato sencillo a base de aceite, harina y sal y que utilizaban los romanos. Con el tiempo le añadieron almendras por eso se dice que el ajo blanco es primo romano del salmorejo.

El ajo blanco no lleva pimiento y es muy saludable por los omega-3 que nos aporta el AOVE y las almendras.

La receta más antigua de gazpacho

Las legiones romanas tomaban una bebida isotónica, la Posca, que puede tener relación con el gazpacho y que consistía en agua con un chorrito de vinagre y sal que les ayudaba a reponer fuerzas después del combate.

Hay otra sopa: el Moretum, una pasta romana majada en almirez con queso, ajo, aceite y pan.

Y hay otra receta muy curiosa: la sopa de capón a base de espinas de sardina machacadas con ajo, pan, vinagre, sal y una pizca de azúcar

Ya imaginarás que no llevaba nada de carne y precisamente por eso la llamaban con sorna “Sopa de capón de gallo castrado” y se servía en los navíos españoles allá por el siglo XVIII. 

En 1747 encontramos la que parece ser la primera receta de gazpacho en el libro “Arte y repostería” de Juan de la Mata.

Si te das cuenta no encontramos el tomate como ingrediente en estas sopas primigenias y sería a partir del siglo XVIII cuando ya se incorporó al gazpacho y al salmorejo tal y como lo conocemos hoy.

Dicen que casi la mitad de los cordobeses come salmorejo una vez al mes y el 35% lo hace cada semana.

Casa Emiliana está un poco más arriba de Córdoba, a 20 minutos de la puerta del sol madrileña, pero nuestros gazpachos y salmorejos son manjar de romanos.

¡Ven a probarlos!

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