Reunirse en torno a una mesa, con independencia del número de comensales establecidos por las autoridades sanitarias de cada región, es un momento lúdico y distendido que no está reñido con los buenos modales.
Sea en un domicilio o en un restaurante como Casa Emiliana hay ciertas normas de conducta que conviene saber para evitar situaciones incómodas.
¿Cómo puedes mantener los buenos modales?
Toma asiento.
Observa a tus comensales
Antes de sentarte a la mesa presta atención a los pequeños detalles y valora el ambiente en el que estás.
Basándote en este primer análisis podrás adaptar tu discurso y comportamiento.
El anfitrión es el que lleva la batuta
La persona convocante es quien marca la pauta y debes respetar sus costumbres.
Toma asiento cuando esa persona lo indique y aunque tengas tu plato servido no empieces a comer hasta que el anfitrión haga lo propio.
El buen uso de la servilleta
La servilleta es un elemento imprescindible en el protocolo y tanto su colocación como su uso sigue unas reglas básicas:
- La servilleta que te corresponde, si está sobre el plato, es la de la izquierda.
- Se coloca doblada sobre tus muslos un minuto después de sentarte a la mesa.
- Da suaves toques a tus labios con la servilleta antes y después de beber de tu copa.
- No la sacudas ni hagas gestos raros con ella.
- Si necesitas ir al baño y cuando acabes de comer coloca la servilleta plegada (no doblada) sobre la mesa en tu lado derecho.
Evita hacer ruidos desagradables con tu silla
Las sillas nunca se arrastran.
Es un gesto servicial que corresponde al personal de Casa Emiliana, pero si en algún momento te levantas de la mesa recuerda inclinar tu silla o separarla con sutileza.
La correcta colocación de tus brazos
Trata de no elevar los codos cuando manejes los cubiertos.
Mantener los brazos ligeramente pegados al cuerpo ayuda a conservar un porte distinguido.
Evita apoyar los codos en la mesa o mantener un brazo extendido en paralelo al lado del plato mientras comes.
Si quieres alcanzar algo alejado de ti no te levantes. Pide con educación a otro comensal que te lo acerque o díselo al camarero.
¿Cómo reaccionas ante un accidente?
La gravedad tiene su efecto en todas partes y es posible que una copa se derrame o sucedan otro tipo de accidentes.
Mantén la calma.
Discúlpate y demuestra tu disposición para solucionarlo.
El personal de Casa Emiliana está formado para actuar de manera eficaz. Réstale importancia y continúa tu agradable reunión.
¿Cuál es mi pan?
El platillo del pan puede generar confusión.
Recuerda que te corresponde el que encuentras a la izquierda de tu plato.
Un truco para no olvidarlo es que el pan se agarra con la mano izquierda para poder cortar un trocito pequeño con tu mano derecha.
El servicio de los platos
Facilitarás el trabajo de los camareros si sabes que los platos se sirven por tu lado derecho y se recogen por tu costado izquierdo.
10 errores imperdonables
- Comer y hablar con la boca llena.
- Comer haciendo ruido.
- Llevarse el cuchillo a la boca.
- Cortar alimentos blandos como una tortilla, un huevo, una croqueta, etc., con el cuchillo y no con el tenedor.
- Utilizar el cuchillo de la mantequilla que encontramos en el platillo para partir el pan.
- Se rebaña del plato con pequeñas porciones de pan en comidas informales y muy distendidas pero, no es lo correcto.
- Los palillos para limpiarse los dientes jamás se utilizan a la vista de los comensales.
- Comer con una mano bajo la mesa.
- El teléfono móvil debe estar apagado y guardado en el bolso o bolsillo, no sobre la mesa.
- Los cubiertos se deslizan por tu plato. No golpean como si fueran martillos.
El protocolo en Casa Emiliana
Comer es un acto social distendido y placentero por eso queremos darte un último consejo: evita hablar sobre temas políticos, religiosos u otro tipo de ideologías que puedan provocar una discusión.
Ya has visto que las normas de protocolo, tanto fuera como en nuestro restaurante Casa Emiliana, no son propias de gente estirada y son sencillas de aplicar.
Los buenos modales en la mesa nos ayudan a relacionarnos mejor sin perder la naturalidad.