Los reposteros más astutos lo saben. Los productos congelados también cuentan en el mundo del dulce y ofrecen un sinfín de recursos sin temor a la caducidad. Porque el congelador lo aguanta todo, resérvate un hueco junto a los cubitos de hielo, los guisantes, la lasaña y las pechugas de pollo para estos caprichitos dulces.
Porque los arándanos, frambuesas y demás bayas son un gran aliado para coronar tus postres del mejor modo posible. Y no pueden faltar en una buena receta de tarta. Pero también para preparar batidos y bebidas détox con todo el sabor de estos frutos silvestres.
Y, sobre todo, donde estos frutos alcanzan su cima, es en las tartas de queso.
Un toque silvestre para tus tartas de queso
Pocos complementos más fáciles de usar que los frutos rojos congelados. Y de comprar, porque en cualquier lineal de congelados del supermercado encontrarás bolsas con frutos rojos a tu gusto, y también de mezcla de frutos silvestres.
Los pack de frutas son idóneos para crear una tarta de queso con frutos rojos congelados que parezca profesional. Fresas, grosellas, moras, arándanos, frambuesas… que deberás descongelar ya sea al aire libre o con un golpe de microondas. O, simplemente, colocándolas sobre la tarta en los minutos finales de cocción, en el horno.
Ofrecen muchas posibilidades, tanto decorativas como en cuanto a ‘topping’ de lujo para tus postres más ambiciosos. Y si quieres preparar una tarta de queso con mermelada de frutos rojos, puedes contar con ellos para elaborar una mermelada casi auténtica. Vale que no has recolectado las moras o frambuesas con tus manitas, pero las congeladas saben igual de buenas. Basta con las que las hiervas un buen rato, con azúcar y el zumo de un limón, para lograr un resultado tan natural como la mermelada que prepara tu madre.
Ambas opciones son superlativas para que tus tartas de queso queden fetén. Usando esa mermelada para una ligera lluvia por encima, o bien colocando los frutos rojos por encima, levemente hundidos en la tarta. Claro que también los puedes colocar en la mezcla misma, y que funcionen como tropezones.
Porque una tarta de queso con sorpresas, es decir, con esa mordida dulces y frutales, exótica, son el complemento perfecto.
¿Tienen vitaminas los frutos rojos congelados?
La respuesta es sí. La fruta congelada mantiene sus nutrientes y sus propiedades beneficiosas para el organismo, que son muchos. Así que no tengamos miedo a usar el congelador para albergar nuestros frutos rojos favoritos. Así, te beneficiarás de sus propiedades ventajosas para el corazón y el aparato circulatorio, pues poco frutos más antioxidantes, antiinflamatorios y astringentes que los frutos rojos.
Porque los frutos rojos están muy bien surtidos de vitaminas E y C, lo que se traduce en un alto contenido en fibra, con poca grasa y menos calorías en un fruto que, a priori, se vende como una golosina de lo más jugosa.
¿Y los détox con frutos congelados?
La dieta ‘plant based’ tiene en alta estima a los frutos rojos. Previenen problemas cardiovasculares y, por tanto, alargan la vida, así que bienvenidos todos en el formato que sea, bien en tarta o en batido desoxidante.
Aquí, como siempre, la libertad y creatividad juegan a tu favor. Ya que puedes jugar con los elementos de la huerta (o de tu jardín frutal) para crear batidos détox de lo más saludable con la mayor facilidad.
Puedes combinarlo con frutas frescas como el melón, la pera, la manzana y con verduras como el apio, para luego añadir, directamente del congelador, los arándanos, grosellas o moras de tu elección. Lograrás una combinación de sabores explosiva en unos pocos minutos y todo ello siguiendo la más estricta (y sabrosa) dieta healthy.
Eso en tu casa y a tu ritmo. Pero si quieres disfrutar de una tarta de quesos con frutos del bosque de primerísima calidad, porque no todo van a ser croquetas, en Casa Emiliana te espera tu porción. ¿Aún no has probado nuestro menú ejecutivo?