Se da por hecho lo de la cenita con velitas para dos en San Valentín en restaurantes tan acogedores como el que acoge este blog, es decir, Casa Emiliana. Y a fe que no es mala opción, pero ¿y cenar en casa?
Sin ánimo de hacernos la competencia a nosotros mismos, es cierto que la intimidad del hogar se presta a preparar una cena romántica. Sobre todo si los rigores del invierno no invitan a salir al exterior y tenemos previsto un fin de fiesta más íntimo aún, escondidos bajo las sábanas como mandan los cánones de San Valentín.
Veamos algunas de esas recetas románticas para lograr una cena de San Valentín memorablemente asombrosa. ¿Y qué debe de tener una cena para que sea romántica? Elegiremos productos delicados, en pequeñas porciones, que desprendan un toque coqueto y, como dicen los franceses en una palabra muy expresiva, mignon.
Magret de pato para enamorar
Una receta amorosa muy sencilla de elaborar incluso para los más negados en los fogones que sin embargo es de lo más resultón y te hará quedar como un auténtico chef. Basta hacerse con un magret de pato, a un precio más que competitivo (una pieza no supera los diez euros) y hacerlo a la plancha o al horno. Si se opta por la primera opción, no es necesario ni siquiera aceite ya que la propia grasa que incorpora el pato permitirá que se cocine sin más añadidos.
Una vez preparado, se corta en rodajitas finas y se acompaña con puré de patatas y una salsa especialmente creada para la ocasión a base de mermelada o confitura de arándanos, vinagre y sal y pimiento.
Todo ello, regado con un buen tinto que maride con frutos del bosque y una ensaladita para acompañar, nos proporcionará un menú más que pintón que coronaremos con quesos franceses y uvas y un coulant de chocolate en forma de corazón.
Carrilleras de cerdo ibérico en salsa de chocolate
Un plato castizo se cuela en las recetas para San Valentín para aportar el toque ibérico que se merece, con la untuosidad de un chocolate que gusta tanto a ellas como a ellos, integrado con una carne para chuparse los dedos. Un plato que puede parecer pesado pero que, en raciones moderadas, al ser pura proteína se digiere muy bien y no deja sensación de modorra.
Si a tu pareja le gusta el chocolate, se puede plantear como parte de un menú chocolatero para relamerse. Eso sí, conviene organizarse ya que la preparación de las carrilleras lleva sus buenas horas de lenta cocción, así que qué mejor excusa para tomarse la tarde libre y preparar a fuego dulce (tu mirada) ese plato tan codiciado que, hecho con amor, sabe aún mejor.
¿Y de postre antes del postre? Un flan de chocolate horneado en un molde con forma de corazón es la opción ganadora. Fácil de hacer (en YouTube encontrarás muchas recetas de este postre) y una broche goloso y original para terminar por todo lo alto este menú romántico-chocolatero.
Fondue de quesos para chapotear de amor
Otra receta que es tan fácil de hacer como agradecida. Además, permite cierto grado de creatividad, ya que hay tantas fondues de quesos como amantes de este alimento de origen lácteo que tantos devotos tiene. Si bien los defensores de la dieta alcalina más estricta censurarán los eventos basados en el cheese & wine, una día es un día y una noche, de San Valentín, bien vale un exceso calórico.
Eso sí, toda creatividad es conocedora de la tradición para que las innovaciones sean consideradas tales. Por eso, es bueno saber que los dos quesos que conforman las fondues tradicionales son el Gruyere y el Vacherin Fribourgeois, siendo este último algo más difícil de encontrar en España pero desde luego no imposible, sobre todo si vives en una ciudad grande con sus queserías de calidad.
Claro que esos dos quesos aportan cada uno su poder; el Gruyere un sabor un tanto ácido y amargo, y el Vacherin la untuosidad de un queso cremoso para generar un maridaje perfecto. Ambos se elaboran con leche de vaca pero se pueden sustituir por otros más fuerte como el de oveja y también apostar por quesos regionales para hacerlo más autóctono.
¿Y el toque romántico? El amor está en el aire y también en el plato, ya que el juego de comer el pan tostado sobre el queso derretido resulta de lo más sensual, sobre todo si entrelazamos nuestros palitos o introducimos la porción en la boca de nuestra pareja. Eso sí, ¡con cuidado para no generar accidentes indeseados! Esa noche se debe terminar en la cama común y no en la sala de espera de Urgencias.
¿Y de postre? Aquí tiraremos de repostería de lujo, preparada para la ocasión por profesionales del dulce. Bombones con forma de corazón que podrás encontrar en cualquier pastelería de calidad. Acompañados con una crema de orujo, serán el broche perfecto para tu cena especial.
Y, por supuesto, si también quieres que los primeros y segundos también te los preparen los mejores profesionales de la cocina, te esperamos a mesa puesta, con velitas para dos, en Casa Emiliana. ¡Feliz San Valentín!