El chocolate, como todo en la vida, gana con la variedad. Porque uno se aburre hasta el paraíso, decía Paco de Lucía desde su retiro mexicano, es bueno variar de paisajes, también en cuanto a sabores, y, por supuesto, en el porcentaje de cacao.
Es decir, el chocolate puro negro encantará a los más ortodoxos del cacao, pero también los más lamineros, como llaman en Aragón a los paladares golosos, disfrutarán de chocolates con leche, con frutos secos, con otras frutas como los trocitos de naranja o de bayas. En este artículo haremos un dulce repaso por los distintos tipos de chocolate que hay en el mercado.
Recuerda que, en dosis moderadas, el chocolate no engorda sino que además tiene una serie de propiedades beneficiosas para tu organismo y tu estado de ánimo. El chocolate sabe bien, pero además estimula el cerebro, ayuda a la salud de la piel y tiene acción oxidante. De ahí a que muchos dietistas lo consideren uno de los alimentos más saludables, sobre todo cuánto más puro sea el chocolate.
¿Qué tipos de chocolate hay?
El criterio principal para clasificar los tipos de chocolate se basan en la cantidad de cacao que contienen. Para que el chocolate se considere negro debe tener más de un 45 % de cacao en su composición, porcentaje que puede llegar hasta 90 % en los casos más explosivos y moverse en torno al 70 % para aquellas tabletas de chocolate más cargaditas de cacao. En un listado básico, los principales tipo de chocolate serían estos:
Chocolate negro
con al menos la mitad de su composición compuesta de cacao, es el favorito de los más puristas y el que más propiedades beneficiosas tiene para el organismo. Quien quiera conocer cómo sabía el chocolate de la antigüedad, aquel que preparaban en la América precolombina, que se acerque al chocolate más puro. Compuesto en su mayor parte por cacao, el resto de sus elementos suelen ser azúcar y una pasta de cacao.
Chocolate con leche
El más consumido del mercado, gracias al punto de suavidad sobre el cacao que le aporta la leche. Su origen, según algunas teorías, se remonta al siglo XIX y a la empresa Nestlé, que estaría detrás de su promoción mundial y de que este producto se convirtiera en el emblema de algunos países como Suiza, de donde procede la marca Nestlé.
Chocolate con frutos secos y con frutas
Hay quien disfruta con las almendras y el chocolate, pero no con el chocolate con almendras (título, por cierto, de una canción que triunfa entre el grupo infantil). Sin embargo, los amigos de los productos fusionados disfrutan con las posibilidades que ofrece el chocolate en su maridaje con almendras, avellanas, arroz tostado (origen del exitoso Crunch, que arrasaba en los ochenta y noventa), pero también con frutas, debidamente procesadas, como la naranja o la frambuesa.
También gozan de éxito chocolates con menta, como el famoso After eight, y las nuevas versiones que elabora Milka en las que cabe todo: caramelo, galleta Oreo, Chips Ahoy o su versión más atrevida, la que incluye tarta de queso. ¿Imaginación al poder? También en el mundo del chocolate.
Chocolate blanco
Los guardianes de las esencias del chocolate te dirán que eso no es chocolate, como el vino Lambrusco no es vino. Y tendrán razón, ya que el chocolate blanco no lleva cacao sino manteca de cacao y, en ocasiones, leche condensada. Pero, sobre todo, lleva azúcar, grandes cantidades de azúcar en proporción, por lo que conviene tomar chocolate blanco con moderación.
Chocolates salados
Suena a contradicción pero ahí están, gracias sobre todo al atrevimiento de Ferran Adrià al incluirlos en sus postres. Ahora ya nos hemos acostumbrado y los vemos incluso en los lineales de supermercados de barrio, pero en su día causaron sensación. Como ese otro tipo de chocolates que incluyen, por ejemplo, esencia de pimiento de Espelette, y que se vende en buen número en el suroeste de Francia.
Además de esta tipología de chocolates, también encontramos el chocolate según su aplicación. Tenemos chocolate en polvo para espolvorear cafés o bizcochos, chocolate para prepararlo a la taza, siropes de chocolate, mousse de chocolate y un largo etcétera. El chocolate es un producto versátil que también cuenta para la cocina salada. Ahí están las carrilleras al chocolate, cocinadas a baja temperatura, que están para chuparse los dedos. ¿Aún no has probado las de Casa Emiliana?
Cuando quieras, te esperamos a mesa puesta. Y con nuestros mejores postres chocolateros, faltaría más.