Al mal tiempo buena cara y cuchara de palo. Modificaremos el refranero si es preciso para poner en valor una de las cimas de nuestra gastronomía patria, los platos de cuchara, de los cuales somos firmes defensores en Casa Emiliana.
Hablamos de esas recetas míticas, esos platos de cuchara de la abuela, los clásicos potajes de toda la vida, platos de cuchara que piden a gritos un buen pedazo de pan para rebañar como si no hubiera un mañana.
Si bien no dudamos del valor de los platos de siempre, tampoco está de más añadir pequeños toques que aportan una nueva dimensión a la cocina de siempre. Basta un chorrito de salsa de soja y un golpe de curry en unas lentejas para que brillen de un modo nuevo y sorprendente.
Platos de cuchara para todos los gustos
El minestrone de verduras es un plato socorrido, ligero y que aporta muchas vitaminas. Se puede entender como un festival de verduras en el que predominan las judías pintas cocidas en sintonía con guisantes, apio, pimientos, tomates, ajo, repollo y un buen puñado de fideos finos.
Las citadas lentejas también constituyen un plato de cuchara por antonomasia. las podemos elaborar con un sofrito de verduras con tomate que previamente pasamos por la batidora o directamente con las verduras en bruto cocidas. El puerro liga muy bien con las lentejas y si añadimos una buena dosis de pimentón con un toque de jengibre tenemos una receta estupenda.
No nos olvidamos de la sopa de cebolla uno de los platos de cuchara más sencillos, básicos, baratos y fáciles de preparar que existen. Tanto es así que se le añade el queso, ya sea emmental, gouda o cheddar, para darle un puntito de sofisticación. Prima hermana de la sopa de ajo, son dos platos resultones que dejan un buen sabor de boca indiscutible.
Con permiso, claro está, de la fabada asturiana, la reina de los menús de cuchara en mesa con mantel de cuadros en ambiente rústico y buen vino del año en su correspondiente frasca.
Platos de cuchara como plato único
Además del valor calórico, energético y nutricional de este tipo de recetas, otra de sus ventajas es que, en muchos casos, alcanzan la categoría de plato único. Es el caso, por ejemplo, de las fabes con almejas, una receta asturiana que, precedida de un poco de queso de cabrales con pan de hogaza, se convierte en un plato único con todas las de la ley.
Y, sin salir del norte del país, las patatas a la riojana, con su chorizo picante, laurel y buena dosis de pimentón, puede ser también un plato único con solera. Claro que renunciar después a unas sabrosas chuletitas de cordero al sarmiento puede ser duro…
Aunque si eres de los que no te gusta complicarte, también puedes sacarle más partido al horno con estas recetas fáciles y rápidas.
¿Hay algún plato de cuchara que quieras probar? ¿Alguna modificación de la receta tradicional? ¿Un clásico de otras culturas que te gustaría importar? En Casa Emiliana te escuchamos. Queremos cocinar para ti. Y que pruebes nuestro menú especial de fin de semana. Con cuchara, claro, ahí están los judiones de la Granja y su matanza del año.