Una cocina sin horno es como un jardín sin flores. A pesar de la creciente amenaza de la air-fryer, electrodoméstico omnipresente en los distintos perfiles de cocineros de Instagram, el horno goza de buena salud. Por eso nunca está de más tener a mano recetas al horno fáciles y rápidas.
Especialmente cuando llega el frío, el horno es un aliado para preparar platos deliciosos y con un proceso de elaboración muy sencillo: basta introducir el alimento en la máquina y esperar con una buena copa de vino o cerveza fresca a que se cocine.
En este artículo presentamos algunas recetas que no pueden faltar a los amigos del horno. Tradicionales o no tanto, pero siempre provechosas.
Recetas al horno de toda la vida
Pocos platos más agradecidos que un buen pollo al horno. Es importante comprar pollos de calidad que sean de corral alimentados de maíz, cebada y alfalfa y no cebados de mala manera para que engorden a tiempo récord. Lee con atención las etiquetas.
Con una cama de patatas cortadas al estilo panadera, cebolla, un chorrito de limón, romero fresco, tomillo y un poco de vino blanco, basta para tener una receta perfecta. Pero también puedes elaborar tu propia salsa gravy al estilo inglés y tener un pollo para chuparse los dedos.
También son muy socorridas las costillas de cerdo al horno. Esta es una receta que cada vez se ve más en redes sociales aunque forma parte del recetario tradicional. Las salsas de elaboración propia y la temperatura de cocción pueden ser claves para lograr un resultado perfecto con esa carne que se desprende del hueso fácilmente y se deshace en la boca.
Pescado al horno: siempre triunfa
El pescado es otro alimento que se lleva bien con el horno sobre todo el pescado blanco desea lenguado, lubina o trucha (a la navarra, con su jamón incorporado) que en apenas 15 minutos puedes tener preparado. El salmón también queda muy bien en el horno, sobre todo si se preparan con el tiempo justo para evitar que quede recocido y con el interior ligeramente crudo.
La merluza al horno con patatas panadera y verduritas es también un plato muy agradecido. Pídele al pescadero la zona más cercana a la cola, pues es la más codiciada, y ten en cuenta que las patatas requieren más tiempo de horno que el pescado, que apenas te pedirá unos diez o quince minutos a 200 grados.
El horno, al servicio del dulce (saludable)
Pocas actividades más agradecidas para un sábado por la tarde con lluvia que preparar un postre al horno. Para saciar nuestros antojos más dulces, preparar brownies caseros es una idea excelente. Sobre todo, variedades como el brownie de aguacate, que algunos foodies cocinan con gran éxito. Versiones más saludables que la del chocolate puro pero con un sabor igualmente poderoso así como una textura que invita a ser probada.
También la tarta de queso o cheesecake cuenta con sus versiones saludables al horno. Para preparar este postre tan ligado al horno, podemos optar por queso con pocas grasas, como los tipo Burgo de Arias en su versión light y emplear ingredientes que sustituyan la pesadez de las natas, como la crema de soja para cocinar (que puedes encontrar hoy en cualquier hipermercado generalista).
Lo mismo para elaborar tus flanes, eligiendo leches desnatadas, y prescindiendo, por ejemplo, del caramelo. Pocos dulces tan fáciles de preparar como un flan de huevo: acuérdate de remover el huevo y no tanto batirlo a la hora de mezclarlo con el azúcar y la leche perfumada con ralladuras de limón o naranja y canela.
Después, una vez introducida la mezcla en los correspondientes moldes para flanes, temperatura constante a 180º durante 25 minutos, con su capa de agua en la bandeja para producir el efecto de al baño María. Otro truco importante es no consumirlos justo después, sino pasadas 24 horas.
Tan solo algunas sugerencias para sacar partido a tu horno. Aunque hay más vida lejos del horno, y si te apetece probar otros sabores no te puedes perder las mejores recetas de comida típica española.
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