No exentas de polémica por cuestiones relativas a las macrogranjas o a sus potenciales riesgos si se consumen de manera desaforada, lo cierto es que las carnes rojas se imponen a cualquier controversia y triunfa su sabor, la personalidad de un alimento sin el que no se entiende nuestra cultura gastronómica.
En Casa Emiliana lo sabemos y nos gusta colocar en el centro de nuestra oferta culinaria este producto de primera calidad, adquirido de los proveedores de mayores garantías. Porque hay varios tipos de carnes rojas y cada una requiere su especial mimo y tratamiento, lo importante es apostar por la máxima calidad para que se logren dos objetivos primordiales: un sabor a carne sin igual y una textura tierna y sedosa.
Qué carnes son rojas
No todo el mundo tiene claro qué significa “carne roja”. Una primera aproximación se logra definiendo qué no es carne roja como, por ejemplo, las consideradas carnes blancas, que son fundamentalmente el pavo y el pollo (aunque también el cordero joven y el lomo de cerdo), y también distintos tipos de pescado, como la merluza, el bacalao, la dorada o el lenguado. Todos ellos, como se ve, de clara tonalidad blanca o blanquecina.
Además del color, el origen animal también determina el grupo al que pertenecen las distintas carnes. Así, la carne roja procede de mamíferos, mientras que la carne blanca debe su existencia al reino ovíparo. De ahí que las diferencias vayan mucho más allá de su color y las distintas composiciones de mioglobina sean determinantes. En el caso de las carnes rojas, la mayor cantidad de mioglobina determina el color rojizo de las mismas.
Carne de mamífero
Bajando a la tierra, o al plato, ejemplos de carnes rojas los encontramos en la ternera (y su madre la vaca), el buey, el toro, el cerdo y la carne de caballo, poco consumida en general a pesar de su alto valor nutricional, recomendado para casos de anemia.
En general, como se ha indicado, los mamíferos son los mayores ‘dadores’ de carne roja, aunque encontramos excepciones en aves como el pato y el ganso. Son carnes muy sabrosas, intensas, con alto contenido proteínico, que dan pie a recetas muy sugerentes y que en Casa Emiliana cocinamos con mimo y esmero teniendo siempre en cuenta el punto de cocción ideal de cada tipo de carne.
Carne roja magra
Como la carne roja magra, un manjar especialmente apreciado por nuestro chef y equipo de cocineros que hace la boca agua de nuestros comensales más exigentes. Recordemos que este tipo de carne toma su nombre por el tipo de corte. Es decir, tenemos carne roja magra si obtenemos una pieza del animal lo más limpia posible, sin nervios, tendones, impurezas, y dentro de unas partes concretas de la anatomía del animal (como el lomo alto y bajo, el vacío o el solomillo, en el caso de la ternera).
Además, su bajo contenido en grasas lo convierte en un plato ideal para cenar, caprichito que te puedes permitir incluso aunque estés inmerso en una fase de dieta más o menos estricta.
Son muchas y riquísimas las opciones culinarias que nos ofrece la carne roja magra y en Casa Emiliana sabemos sacarle, nunca mejor dicho, su jugo. Porque este tipo de carne va a la esencia, se le elimina cualquier grasa sobrante, y lo que comemos es sobre todo fibra muscular. Proteína pura, con mucho sabor y toda la fuerza de la carne hecha carne.¿Aún no has hecho tu reserva en Casa Emiliana! Te esperamos con nuestras mejores carnes.