¿A quién no le gustan los helados?
En Casa Emiliana nos encantan y siempre están disponibles en nuestra carta.
¿Has probado nuestro Brownie con helado de vainilla?
El frescor que le aporta al chocolate no se puede comparar con nada.
Se supone que en verano es la mejor estación para disfrutar del helado pero hay quien, como nosotros, no renuncia a darse un capricho aunque el termómetro marque temperaturas bajo cero.
Si es tu caso y te gustaría saber cómo distinguir un verdadero helado saludable o hacer alguna receta casera aprovechando tus vacaciones, estás en el mejor lugar.
Hoy abrimos la heladería de Casa Emiiana para ti.
Algunas curiosidades del helado que seguro desconoces
El origen del helado es incierto, pero todo apunta a una receta con una mezcla de arroz cocido y especias creada en China.
Alejandro Magno se enamoró de esa crema refrescante y lo interpretó como un manjar de los dioses con el que agasajar a sus mandatarios.
Contrató a los mejores reposteros persas y desarrolló muchos ingenios como los cántaros untados con miel y rellenados con jugos de frutas que se conservaban en hielo.
Se dice que en 1686 en París se levanta el modelo de heladería similar al que conocemos hoy: “El café Procope” que nació de las manos del italiano Francesco Procopio.
Más adelante le debemos el invento de la primera heladora mecánica a una mujer;
Nancy Maria Donaldson Johnson y pocos años después llegaron las primeras fábricas de helado.
¿Cómo se hace un helado saludable?
No todos los helados son igual de sanos y el mercado nos puede confundir porque nos ofrece infinitas variedades, siendo complicado averiguar su calidad.
El helado se elabora batiendo leche o nata con edulcorantes de fructosa y múltiples sabores siendo los más habituales la vainilla y el chocolate.
Cuando la mezcla se congela, adquiere la consistencia cremosa del helado, un alimento que puede afectar tu salud tanto de manera positiva como negativa.
La parte “mala” es su alta cantidad de calorías.
Habrás escuchado la expresión de que un helado puede ser una “bomba de calorías”, de ahí que pienses que un helado de hielo, el clásico polo, sea más ligero que uno cuya base sea cremosa.
No es del todo cierto.
A veces un polo lleva mucho más azúcar que uno de leche.
¿Te apetece un sorbete o un helado casero, natural y saludable?
El sorbete es el mejor para refrescarse en un día caluroso y saciar la sed, estés donde estés, en la oficina, en la playa o en el pueblo.
El helado no quita la sed de manera tan inmediata como el sorbete, pero es igual de fresco y es difícil no sucumbir a esos mostradores de los paseos marítimos con tentaciones de mil colores y sabores.
¿Te gustaría aprovechar las vacaciones para hacer helados en familia?
Las frutas de la estación estival contienen gran cantidad de agua y su sabor es dulce. Puedes hacer un delicioso helado de sandía, de fresas, de melón y de cerezas o mezclar varias frutas o incluso añadir trocitos de nueces, de pistacho y otro tipo de frutos secos.
Es tan sencillo como triturar la fruta en la batidora, verter en los moldes que venden para ello y refrigerar.
Hack de Casa Emiiana: Cuando haya pasado la primera hora, introduce los palos en los moldes y espera al menos dos horas más antes de consumirlos.
También puedes hacer tu helado con leche y yogur al que añadirás mermeladas, cacao en polvo, trocitos de chocolate, galletas u otro tipo de ingredientes que a los niños les encanta y que no son difíciles de encontrar.
Prueba añadiendo plátano, piña o melocotón porque son frutas que tienen gran cantidad de pulpa y espesan mejor.
No tienes que limitarte a hacer helados dulces. Te animamos a incorporarlos a tus platos principales y a crear un menú más divertido
Puedes probar a hacer un cremoso con albahaca fresca y añadirlo a una ensalada de tomate.
En la sencillez está la clave y cuantas menos cosas le añadas a tu helado, más saludable será.
Y si no quieres cocinar… ya sabes dónde te estamos esperando.