Para enamorarte de Algete y sus alrededores solo vas a necesitar un día.

Puedes ir en transporte público, en coche, en bicicleta o en moto, pero te recomendamos caminar y  dejar que te sorprendan los rincones inéditos de sus rutas de senderismo.

Además, te contaremos qué lugares visitar gratis y nuestra recomendación para comer en el «mejor asador del norte de Madrid». Sí. Nos referimos a Casa Emiliana, pero no es autobombo, es que no podemos ocultar lo que nos agrada tu visita.

¿Nos acompañas? 

 De plaza a plaza

Desde la plaza Mayor de Madrid hasta la plaza de la Constitución de Algete hay media hora en coche.

Pero antes de adentrarte en el pueblo, te proponemos descubrir sus zonas verdes en las lagunas del Soto de la Heredad y las Huelgas o visitar los campos cerealistas de la cercana Cobeña, considerados por la Unión Europea como ZEPA (Zona especial de protección de aves).

También puedes subir al cerro de la Concepción y descubrir el camino medieval que comunicaba Talamanca del Jarama con Alcalá de Henares que, según cuenta la leyenda, tenía un castillo con un tesoro escondido y un camino subterráneo que comunicaba el cerro con el centro del pueblo.

En el cerro de la Cuesta Redonda encontrarás restos de la construcción de una atalaya, o torre de vigilancia, desde la que hacían señales de fuego y humo en la Edad Media.

Y para finalizar esta etapa te puedes refrescar en la fuente del Burro. Según dicen, hace miles de años hasta este lugar llegó un burro agotado y sediento. Era tal su desesperación que comenzó a cavar y no se detuvo hasta que encontró un manantial. ¡Cuánta sed tendría el pollino!

El casco viejo de Algete

El boom urbanístico de a Al-Satt, el origen de su nombre y que significa «por la ribera», llegó en el Siglo XVIII con Carlos III y en el casco viejo verás el contraste de las viviendas de gente humilde junto a las casonas señoriales, de tradicional aparejo toledano y ladrillo visto, que todavía conservan en sus bodegas las tinajas donde almacenar el vino.

¡Otra curiosidad!, te proponemos que busques, y no es fácil de encontrar, la placa de cerámica dedicada a la «tía correcalles», que es la adaptación popular del «hombre del saco» con el que nos metían miedo cuando no nos comíamos las espinacas.

Y pasito a pasito hemos llegado a la plaza de la Constitución con el ayuntamiento y la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, pero antes de entrar y contemplar el magnífico retablo del siglo XVII busca un número 1 pintado en su fachada, ¿qué pinta ahí?. Te daremos una pista: tiene que ver con el mundo taurino…

¿No te parece que has caminado y aprendido una barbaridad?

¡Te mereces un banquete!

Te ofrecemos un entrante ligero, como la ensalada de tomate rosa o algo más contundente, como el arroz caldoso con bogavante o nuestro tradicional cochinillo de Arévalo asado en horno de leña.

En coche, desde Algete, ¡estamos a ocho minutos!, pero te recomendamos reservar con antelación dadas las medidas higiénicas estrictas que hemos aplicado por el COVID-19.

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